jueves, 2 de agosto de 2012

¿Eliminados?

Por supuesto que Einstein era un auténtico genio, no voy a poner eso en duda a estas alturas, pero no tuve más remedio que estar más de acuerdo con Stephen Hawking que, dicho sea de paso, tampoco es precisamente un necio. Lo que no sé es por qué tuve que meterme en esa conversación multidimensional, relativa en el tiempo y el espacio, entre dos genios de distintas épocas. La frase de Einstein parecía tranquilizadora: “Dios no juega a los dados”, pero empecé a obsesionarme cuando leí la de Hawking: “Dios no solo juega a los dados. A veces también echa los dados donde no pueden ser vistos”. Sinceramente, no sé cómo funciona el Universo, pero dado lo poco que conozco de la vida, tengo que estar más de acuerdo con esa última aseveración. Llevamos siglos creyendo que lo sabemos todo y descubriendo, de inmediato, que no sabemos nada, y que además estábamos equivocados en lo poco que creíamos saber. Así pues, cuando releí las dos frases, empecé a preocuparme. El asunto es que Dios está jugando y entonces me entraron sudores fríos. ¿Y si, en lugar de jugar a los dados, Dios estuviera jugando a las tres en raya?

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